Cómo intencionar una vela (y por qué eleva tu bienestar)
Intencionar una vela es convertir encenderla en un ritual consciente: eliges un propósito en presente (calma, enfoque, gratitud), lo repites y usas la llama como ancla de atención.
Por qué funciona: los rituales reducen ansiedad y ordenan la mente; el aroma llega al sistema límbico (emoción y memoria), así que repetir el mismo olor fija el estado deseado y lo evoca después.
Cómo hacerlo (7 min): define la intención → prepara y ventila el espacio → respira y visualiza → enciende con seguridad → deja la primera quemada completa para evitar túnel → (opcional) aplica crema e impulsa el anclaje con 2–3 sprays al ambiente → cierra con gratitud.
Seguridad/mantenimiento: pabilo a ~5 mm, sesiones de 3–4 h máx., sin corrientes de aire; retira cuando queden ~1.2 cm de cera; lejos de niños/mascotas y superficies no resistentes al calor.
Para qué sirve: baja el estrés, mejora el enfoque y transforma el hogar en un pequeño santuario; el combo vela + crema + room spray potencia el efecto y prolonga el bienestar durante el día.
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